jueves, 26 de noviembre de 2009

Un cuento del Basural

HAY MOMENTOS EN LA VIDA EN QUE UNO DEBE TOMAR SUS DECISIONES.

Y eso es algo tan resabido que hasta el Aníbal lo aprendió en su corta y experimentada vida: el mundo es de los que se deciden a tiempo.

Así dice siempre el viejo Casiano, que de viejo no tiene nada, salvo la cara de viejo, las arrugas de viejo, las mañas de viejo y que aquí, en el barrio, a cada padre de familia, de los pocos que hay, todos les dicen “viejos”, aunque no porten arruga ni achaque.

Y que es como Casiano dice, uno puede verlo cada mañana de lunes, miércoles y viernes en la basura. Pero hay que estar muy de mañana para verlo, es decir cuando el sol está que se decide y no se decide.

A esa hora llegan los camiones de la recolectora cargados de bolsas apretadas y los que no se deciden se quedan sin nada. Y no es que lo vayan a correr o amenazar, como dicen por ahí algunos flojos, no. Cada uno está allí, esperando y cuando llega el camión, se van tensando las piernas y los brazos.

Y mientras el camión da la vuelta y recula para la barranca y comienza a levantarse la tapa de atrás, como una ventana que se abre, las bolsas apretujadas y aplastadas por la pata de fierro que tiene adentro el camión, empiezan a caer.

Y uno toma allí sus decisiones: si manotea las primeras, si espera, si toma algunas y salta al costado, si se deja tapar por la porquería que va cayendo y luego sale como quien se hundió en el río y se levanta con fuerza desde el fondo arrastrando el barro y las ganas de respirar aire, porque después de todo, uno no es pescao.

Entonces se ve allí un teatro muy bonito: unos manotean y tiran bolsas pa’ los parientes, otro se dejan vaciar todo en la cabeza y después se quedan allí en el medio de su montaña, hasta que todo se calme, para empezar a revolver tranquilos durante toda la mañana. Y hay otros que no se deciden y saltan de aquí payá, manotean, largan, agarran otra, la rompen, la dejan, siguen buscando. Y la mayor de las veces, acaban con casi nada. Así es cuando uno elige y da vueltas y no se decide. Termina sin nada.

Con las nubes pasa igual. Uno se tira de espaldas en el pastizal blando y largo y se deja estar. Después de un rato el pastizal se levanta otra vez, se desarruga, y te quedás ahí escondido, lejos de todos y cerca. Escuchándolos mentir y pelear, pero sin entrarle a nada y sin verlos.

Tal vez ellos lo vean a uno, aunque más no sea de lejos. Pero no les importa lo que uno hace, trajinando con su porquería y su vida de presos. Aquí uno se esconde de todo y tal vez hasta de uno mismo, no sé, nunca he forzao las cosas pa’ saberlo. Y quedan solamente las nubes, allá arriba. Uno elige, pues no hay forma de no elegir, carajo, elige y espera. A veces tiene suerte y a veces no.

Por ahí uno se hace el desentendido y se echa nomás, despacito por si hay cascote, y va sintiendo los pinchacitos de los pastitos en el lomo, que se resisten a ser aplastados hasta que se acostumbran a uno y se resignan a soportarlo, como ocurre casi siempre con todas las cosas de la vida.

Entonces, uno espera que los pastales altos se reacomoden alrededor, con sus flores amarillas en su tiempo, y hasta azules y rojas a veces, según que haya llovido mucho ese invierno o que no. Como en un cajón de muerto con sus flores, uno espera quieto y callado y las nubes vienen.

Y uno, ese día está como muerto por dentro y por fuera entre sus flores, con las voces de los parientes lejos igual que en su velorio, entonces ese día no elige. Dice “a la buena de Dios” y espera. Pero eligió no elegir, qué tonto será uno, eligió no elegir y dejar a la buena de Dios todo y la primer nube que se deshaga será su pérdida, pues no eligió cuál sería la que pasaría entera y sin deformación.

A veces uno elige bien. Sobre todo cuando llegan desde atrás, si uno tiene el cuidado de echarse sin darle la espalda al río. Después de las lluvias van las nubes caminando avergonzadas medio de costeleta, como quien no quiere tratos con el riacho, buscando el Paraná. Vaya a saber de qué se avergüenzan... Será de andar retrasadas y no haber dao agua cuando debían. O será por el desastre que las otras nubes trajeron al caserío. Vaya a saber, pero se van ligeras y como quien dice escondiéndose, si es que alguien puede esconderse en el cielo. Por eso dios puso la policía en la tierra, pues aquí si uno puede esconderse o al menos creer que se esconde.

De esas que pasan ligeras, suele haber algunas que son menos tímidas y se mantienen firmes, orgullosas, no se deshilachan rápido. Esas son las mejores, aunque algunas no llegan al final igual que como vinieron. Vaya a saber qué remordimiento o ganas tuvieron cuando el sol les dio de lleno y engañaron a todo el mundo con su fuerza, desarmándose como espuma, como nada, después. Pero salvo esas, que no son las más comunes, las que pasan desde el matadero y se van para el río grande, se pueden elegir tranquilamente, seguro de ganar.

Uno sabe, viene una, dando vuelta los ojos un poco para atrás se empieza a ver, va viniendo y uno espera un poco para decir, pues con los ojos pa’ tras es más difícil decidir. Uno elige forma y dice, por un decir nomás, “chupete”. Y hasta puede decir “chupete de nena” porque uno es quien elige y nadie más puede decir si es o no es eso mismo. Como pasaba cuando éramos chicos y mirábamos entre muchos.

Uno decía “chupete de nena”, otro decía “de varón” y empezaba un tirada de nubes que acababa a las trompadas. O pior: acababa con una sobada de lomo en el rancho porque en la trompeadura seguramente la ropa vieja se rompía toda y se manchaba de sangre de la jeta o la nariz, que se rompían justo antes o después que la ropa. Por eso es mejor tirarse solo y sin discutir. Cuando uno debe tomar decisiones importantes, tiene que estar solo y hacerse hombre.

Si no, después pasa como con los caballos.

Mucha reunión, mucho “que le parece compá, si vamos por el bañao”, mucho, “como usté diga ta bien, compá”, pero cuando la policía llega, ca’ uno pa’ su lao y el que cae, se jode. Y lo pior, si caen todos, es un solo echarse culpas uno a otro. “Que si usté me hubiera echo caso, compá, que si este gurisito no fuera tan quedao, que si no era la mejor noche, que si yo dije que había que dir por otro lao...” Todos santos inocentes; nadie eligió estar ahí esa noche. Nadie tomó decisión. Maricones... Por eso, lo mejor es andar solo y hacerse hombre de lo que se elige.

Ahora bien, si uno elige “chupete de nena”, por un ejemplo, va diciendo despacio muchas veces: “chupete de nena, chupete de nena, quedate allí, quedate allí, vamos mi chupete de nena, quédese allí, siga, siga, mi chupete de nena, no se me pare, siga chupete de nena, vamos mi linda, vamo’ a ganar, chupete de nena “, y así hasta que la nubecita gorda como chupete se desaparece por delante de la jeta, allá por la pera. Sin levantar la cabeza, claro está.

Uno echa los ojos pa’ tras y la ve venir, la enfoca apenas deja de doler la vista y después elige rápido, pues si se tarda mucho no vale. Entonces va moviendo los ojos despacito junto con la nube, de atrás pa’ delante, sin levantar la cabeza, hasta que ya se te van los ojos pa’ dentro del cachete y no ves más nada o te empieza a doler la cabeza por el esfuerzo. Si ahí no se desarmó todavía, entonces ganaste.

Cuanto más veces uno nombra lo que eligió y más la lindea con palabras, más fácil ganar. En cambio si uno anda medio callao ese día y se echa a tirar las nubes sólo por no pensar en cosa triste, seguro que se le desarman, pues cundo uno anda así arrastrao, todo son palos en la vida. No sé si conviene tirarse las nubes cuando uno anda mal, a menos que tenga ganas de putear, entonces sí, pues le decís “cara de vieja y la puta que te reparió, viste que te hice llegar, yegua de mierda”. Y si no te sale podés decir “me cago en tu alma de nada, nube podrida y la reputa que te parió, ojala te hagas sorete contra el sol vos y toda tu porquería de árbol desarmao, ni pa mierda servís y ni pa mierda quiero verte.” Y así.

A veces también se puede putear pa’l cielo, pero no mucho, pues lo que a uno le pasa no es cosa del cielo. Un poco de putearlo está bien, pero no tanto, porque se pone en contra de uno y entra a llover sin parar, a ventear sin parar, a volar casa o enterrarlas en el barro de la barranca y todo empieza a andar mal. Mejor no putear mucho pa’ rriba. Aunque las nubes no sean cielo, allí están y el cielo las cuida y las hace andar. Son sus “cositas bonitas”, mejor no abusarse.

Cuando uno elige mal y le echa forma encima a una traicionera de esas que se van yendo como putas en mechones por acá y por allá, juntándose con otras pa’ esconderse y chusmear de camino, la culpa es de uno mismo. Ha echado mal el ojo. La nube es lo que es, como las mujeres, cada una sigue su camino y si uno elige mal se la aguanta como hombre y la deja ir, sabiendo que perdió. Algunos hombres que no saben tirar nubes, tampoco saben de lo otro y después se enojan con la mujer. La golpean o la matan. Y si van presos, le siguen echando la culpa a la mujer muerta. Como si ella hubiera elegido por él. Así son y no escarmientan. Mucho güevo colgao y poco de hombre.

Y así de seguido en todas las cosas de la vida, como le gusta decir a Casiano, cuando a la tardecita en el basural se pone a conversar con los que quieran oír.

Mientras todos comen duraznos o naranjas, según sea la época y lo que tiren las camionetas de los galpones -que ya se sabe que el descarte bueno va a otro lado, pero el descarte malo que tiran, bien elegido, se deja comer-, el Casiano habla y habla de todo un poco, para entretener y estruir, como él mismo dice. Y termina siempre de igual manera las conversaciones, antes de hacer silencio y mascar la fruta: “ y es así de seguido en todas las cosas de la vida...”

Algún día yo voy a ser como el Casiano. Ya elegí serlo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Alegoría de los espejos

Esta foto está sacada de FACEBOOK. Yo ando buscando al que vende las camisetas para comprar una. Aunque me da la sensación de que el que la publicó tuvo otras intenciones.


La siguiente es una reflexión de Alejandro Dolina en el programa Televisión Registrada. (Sábado 7 de Noviembre, Canal 13)


Con los medios de comunicación hay que tener un poco de sana desconfianza.Es lo mismo que sucede con los espejos.

Uno crece en la inteligencia de que los espejos devuelven fielmente la imagen de quien se les pone adelante. Y es una convicción muy fuerte. Hasta que por ahí, alguien, alguna mano malvada empieza a fabricar espejos que deforman. Espejos que no devuelven la verdad, sino la mentira, distorsionan.

Y entonces me levanto la mañana, me voy a afeitar y uno que se sabe morocho, ve en el espejo una persona rubia distinta a la que es uno. Y así y todo se le tiene tanta confianza a los espejos, que incluso prevalece esa confianza por encima de la realidad.

Y uno que ha vivido una morocha vida durante tantos años, entre amigos morochos y de familia morocha se ve rubio en el espejo y empieza a asumir rubias conductas. Porque desde chico nos han dicho que el espejo no miente.

Yo creo que ha llegado el momento de desconfiar del espejo.

Y de pensar que, a lo mejor, los fabricantes de espejos tienen intereses inconfesables que nosotros no conocemos. Intereses entres los cuales figura que nosotros nos creamos rubios y pensemos como rubios, siendo que somos morochos.

Sería mejor, entonces, más que mirar el espejo, preguntarle al de al lado, al que también es morocho y que vive como nosotros, a ver cómo nos ve, qué le pasa, qué siente. Y mirar entonces más la realidad y menos el espejo de la realidad.

Porque a veces ese espejo está tendenciosamente modificado y es definitivamente fraudulento.

martes, 24 de noviembre de 2009

Un cuento del Doke

Los dos tiros sonaron cerca, bastante cerca.

Graciela se retorció en la silla: estaba sentada contra la puerta de madera de la entrada y, pensó, no era segura. Debía correrse más contra la mesa, con la espalda en la pared de 30, eso sí resultaba seguro.

Para correrse y también para mirar por la ventana, se paró y Daniel le advirtió desde la cama que no era buena idea asomarse.

En eso se escucharon corridas en la vereda y tres tiros más.

Graciela se sintió mareada y se sentó rápidamente.

La Lidia, que miraba hasta entonces la tele como si nada pasara, pegó un grito y luego se justificó diciendo que le parecía más cerca, pero que seguro andaban por las torres, a unas tres cuadras.

Graciela quiso volver a mirar la tele, pero la vista se le empezó a nublar, como si estuviera viendo las cosas en movimiento, todo el tiempo, y en el espacio entre las cosas, todo ondeándose.

O mejor, como si las auras de las cosas se movieran y formaran oleadas de aire en el espacio entre las cosas.

En la pantalla del televisor todo seguía siendo exactamente igual que antes, los mismos gritos y los mismos brillos.

Debía ser apenas un ataque de pánico a causa de la balacera cercana.

Daniel dixit: “no pasa nada”. Y también: “la puerta está sin llave”.

Graciela se sobresaltó: se escucharon sirenas policiales acercándose.

En realidad, si le hubieran preguntado, no podría haber explicado si se sobresaltó por las sirenas, o porque no recuperaba la visión normal y todo seguía moviéndose en esa extraña forma gelatinosa, como si la realidad fuera de agua. O si todo eso ocurría a causa de su sobresalto.

Tomó conciencia de que todo dependía de un modo de mirar las cosas, de la forma en que quisiera pensar la realidad y también de que no podía decírselo a nadie y que no había en la habitación nadie que quisiera escucharla.

Tal vez mañana, en su puesto de la calle, alguien se detendría a preguntar un precio, a comprar una pimienta o una cúrcuma y ella lo semblantearía y vería que podría preguntarle si alguna vez tuvo la clara conciencia que la realidad suele volverse gelatinosa.

Entró la Pocha y dijo que habían matado un pibe del barrio en el paredón de la Prefectura, a una cuadra de allí.

En realidad lo mató el paredón que se le cayó encima cuando trataba de saltarlo para escapar de los tiros. Se tenía que morir, Pocha dixit. Aunque era tan joven, agregó para no parecer tan desconsiderada con las muertes de los otros.

En fin, que precisaba la llave del comedor comunitario para velarlo. Orden del Luís, amigo de la familia del muerto, proveedor del comedor comunitario con subsidios oficiales.

El Luís se cree el rey del barrio y lo peor es que todos los del barrio también se lo creen. Y por eso el Luís manda y decide nacimientos y velorios.

No tenía ganas de discutir, la gelatina movediza de aire alrededor la desorientaba lo suficiente como para hacerle perder las energías. Todo seguía igual: la tele gritando, la Pocha con la llave difamando al Luis y cumpliendo sus órdenes, Daniel impasible en su cama y la Lidia tratando de terminar de ver el programa en medio de la Pocha y el aire espeso y móvil.

Finalmente, el tiempo se dilató desmesuradamente y Graciela pareció dormirse. O entró en un estado de somnolencia donde era difícil diferenciar qué era vigilia y qué sueño. Y en esa duermevela tan acuosa, estuvo padeciendo los preparativos del velatorio, que duraron hasta la madrugada, cuando estuvo todo listo en el comedor para empezar con la cuestión del duelo.

Mañana no habría leche ni almuerzo para los chicos, pensó. Así irían aprendiendo a respetar los muertos y odiar la policía desde las tripas vacías. No es justo, pensó. Así no se termina más todo esto, pensó.

Entonces recién pudo entender que le pasaba al aire y por qué se volvía gelatina líquida cada vez que fijaba la mirada en alguna parte.

Nunca se enteró cómo fue que pasó, pero allí estaba metida en un cajón, sobre una de las mesas largas del comedor, cerca del pibe que se enfrentó al paredón y salió perdiendo. Entre llantos y gritos y tiros al aire de gente que no conoce.

Entonces resolvió dormirse, para no tener que oír la voz del Luis dando las órdenes.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La seguridad insegura

Por Adolfo Pérez Esquivel

en ALAI AMLATINA, 17/11/2009.-

Una y otra vez vuelven los personajes de turno; la diva del teléfono “Su”, reclama represión y pregona la pena de muerte para aquellos que supuestamente atentan contra
la seguridad.
El mediático y divertido señor Tinelli y la señora de los almuerzos Mirtha Legrand, tienen medios audio-visuales a su disposición y suman su reclamo y convocan a una reunión por la “seguridad”; están cansados y temerosos de que los pobres corten rutas, avenidas, y generen el caos ciudadano; están hartos de piqueteros que reclaman trabajo y seguridad para sus familias y la comunidad.
Los medios de incomunicación, comunican los desastres y anuncian el “Apocalipsis Now”; el Grupo Clarín y la Nación fogonean la campaña de desestabilizar al gobierno. La Pitonisa clama toda clase de calamidades y envía cartas a las embajadas, anunciando que, la única garante institucional de la Nación es ella y nadie más.
Pretenden ignorar que el único garante de la democracia, es el Pueblo.
Josué de Castro, medico brasileño que fuera director de la FAO, en su obra La Geografía del Hambre” dice: “Los pobres no duermen porque tienen hambre, y los ricos no duermen porque tienen miedo a los que tienen hambre”.
¿Cómo podemos trabajar y lograr que todos duerman sin sobresaltos y que, aquellos que más tienen, aprendan a compartir el Pan y la Libertad, con los que menos tienen?
Pero no, los personajes ricos y famosos televisivos reclaman “seguridad y mano dura contra los pobres”.

Recuerdo a uno de mis profesores de filosofía, Galíndez, quien decía que: “en el teatro griego los actores usaban máscaras y al terminar la función debían sacársela y volver a ser personas”. Hay personajes que continúan actuando y no quieren sacarse la máscara por miedo a ser personas.

El profesor nos enseñaba que: “es más difícil ser señor que doctor”.
Saquen sus conclusiones los personajes; es una buena lección. Hay que preguntarles porqué callaron cuando la Sociedad Rural y la Federación Agraria pararon el país durante 4 meses para desestabilizar y condicionar al gobierno y guardaron silencio frente a la voracidad económica del llamado “campo sojero y otras yerbas”; son quienes destruyen los montes y expulsan a los campesinos e indígenas; quienes durante el paro tiraron miles de litros de leche y alimentos de los camiones con acoplados en las
rutas, mientras mas de 10 millones de compatriotas están en la pobreza. No pueden ignorar que los terratenientes y sus aliados imponen los monocultivos, la desertificación y contaminación, y todito esto lo hacen con total impunidad.

Pregunto: ¿Quién se hace responsable de las pérdidas sufridas por los afectados por el paro del campo? Deben saber que muchos sectores sociales trabajan y luchan contra la inseguridad; pero la visión y comprensión es distinta a la de los ricos y famosos...
¿Le preguntaron a un chico que vive en la calle, hambreado, castigado y marginado por una sociedad injusta, cual es su seguridad?

Recorrieron alguna villa o asentamiento y preguntaron a los pobladores cuál es su seguridad?¿Pensaron en los pueblos originarios a quienes los “empresarios del campo” les quitan las tierras, y los obligan a emigrar a la periferia de las grandes ciudades y formar piquetes para reclamar sus derechos?
Quienes acamparon 33 horas, en la Avenida 9 de Julio, no estaban ahí por gusto con sus bebes y niños; soportando frío, calor, presiones y la indiferencia social. Reclaman trabajo, no mendicidad; tuvieron el coraje de denunciar el clientelismo político de los > municipios y a los punteros políticos y la falta de respuesta oficial.
El mismo reclamo se extiende en el país, como sucede en la Quiaca, cuando en enero, cuatrocientos pobladores, la mayoría mujeres, se declararon en huelga de hambre con su hambre, para reclamar trabajo y condiciones de vida para sus familias.
La gente busca resolver sus problemas, y cuando no son escuchados por los responsables de los gobiernos provinciales y el gobierno nacional, se movilizan para lograr sus objetivos a través de acciones de resistencia no-violentas.
En Tucumán hay “barrios privados”; sería bueno que los recorran aquellos que comen todos los días y tienen que hacer dieta para no engordar y se “sacrifican en el gimnasio”.
Comprobarán que han proliferado los “barrios privados”. Privados de luz, de agua, de asfalto, de escuela, de salud, de trabajo y de seguridad. Más ‘privados’ imposible.

¿Se olvidaron del saqueo del 2001 y 2002, que sufrió el pueblo cuando sacaron todo el capital del país y dejaron a muchos con una mano adelante y otra atrás, y los ahorristas en el corralito vieron esfumarse sus ahorros?
Necesitamos hacer un esfuerzo todos los sectores sociales, culturales, políticos y religiosos para recomponer el cuerpo social y no para destruir. Hay que aprender de los trabajadores de las fábricas recuperadas y de los campesinos, pequeños productores rurales; son ejemplos de resistencia social y tienen propuestas concretas.
Se está desatando una campaña con ánimo golpista; vemos una exacerbación permanente para desestabilizar al gobierno y provocar la violencia desde
lo verbal a lo social y estructural. Critican hasta los 180 pesos por niño. Cualquier cosa que hace el gobierno está mal, pero no proponen nada mejor.

Los medios de comunicación, manipulan la información y aumentan las tensiones y conflictos; reclaman “libertad de prensa, confundiéndola con libertad de empresa”, gritan y vociferan contra la Ley de Medios Audiovisuales. Callaron durante 25 años la ley impuesta por la dictadura militar, con la cual estaban conformes porque les garantizaba el monopolio de los medios y control de la información del país.
Estamos frente a un “aquelarre político y social”, que pocas veces vivió el país, cargado de fuerte virulencia contra el gobierno. Es preocupante y peligroso. Soy crítico del gobierno y lo manifiesto públicamente; hay acciones políticas contradictorias que no comparto por su incoherencia entre el decir y el hacer; pero hay que encontrar alternativas sociales, culturales, económicas y políticas.
Hace tiempo que se siente un fuerte olor podrido en el ambiente, cargado de palabras devaluadas y violentas, que van más allá de ser oposición política; se siente mal olor al estilo hondureño que pone en riesgo la democracia.
Al gobierno hay que sostenerlo, más allá de si estamos o no de acuerdo con su política, personalmente no lo estoy, y reclamarle y exigirle que corrija los errores políticos que atentan contra el pueblo; reclamarle transparencia y ética en el ejercicio de su función
y gobernabilidad.
Los que disponen de medios de comunicación, tienen la responsabilidad de actuar con sabiduría y prudencia y no utilizarlo con actitudes golpistas.com. El otro camino es la complicidad para provocar la ingobernabilidad y enfrentamiento entre argentinos.
A los pregoneros que pretenden imponer la represión y la pena de muerte hay que decirles que son caminos del autoritarismo y regímenes dictatoriales que ha sufrido el país y el continente.
No hemos luchado y sufrido para retroceder. El costo fue altísimo y las heridas aún duelen.

Es necesario recomponer el cuerpo social y encontrar caminos superadores hacia un nuevo “Contrato Social” con nuestro pueblo y defender los espacios de libertad

Les decimos a los golpistas.com.: “Nunca más”.

- Adolfo Pérez Esquivel es Premio Nobel de la Paz
1980.



jueves, 5 de noviembre de 2009

Una canción que ya fue escrita hace un tiempo atrás


Publicado en Página/12

Una ola demonizadora

Por Marcelo Koenig *

Ni ángeles ni demonios. Los llamados “movimientos sociales” son una porción del pueblo. El 9 de octubre pasado, cuando el Congreso sancionó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, fueron las organizaciones populares las que hicieron “el aguante” hasta la madrugada. Fue una fiesta. Esa ley, fruto de una larga pelea que tiene tantos años como este proceso democrático, veía la luz al fin, abandonando las tinieblas de la dictadura. Atrás había quedado el decreto firmado por Videla y Martínez de Hoz. En esos días, salvo para los monopolios mediáticos que defendían sus intereses económicos, las organizaciones sociales eran la “sociedad civil” que había impulsado la norma, discutido en los foros y estaba allí defendiendo su sanción en la calle.

Como cada vez que este gobierno promueve medidas que van en el sentido de construir un país más justo, más libre y más soberano, las organizaciones libres del pueblo –como les gustaba llamarlas al general Perón– están ahí para bancar. Así lo hicieron siempre que se disputó la distribución del ingreso, el fin de la impunidad, el rompimiento de las “relaciones carnales” y el avance sobre el capital financiero, como sucedió con la nacionalización de los fondos de las AFJP y la redefinición del rol del Estado en la economía.

El discurso único de los oligopolios mediáticos los llama “piqueteros K”, pero la historia de los movimientos populares es anterior al proceso político encabezado por Néstor Kirchner. Estos movimientos son, en gran medida, los que rompieron la invisibilidad a la que el neoliberalismo condenaba a millones de compañeros desocupados en la década del ’90, los que sostuvieron en cada barrio la olla popular, el merendero y el apoyo escolar, cuando el Estado fue puesto en función de los intereses del capital. Son los que resistieron en las calles la entrega del patrimonio nacional, la destrucción del aparato productivo, la flexibilización laboral y la precarización del trabajo, en ese proceso que arrojó a la pobreza y la exclusión a millones de argentinos. Y son también los que mantuvieron viva la esperanza de que era posible volver a reconstruir la Patria después de la devastación del genocidio dictatorial y la avanzada oligárquica del menemismo.

Estos militantes populares pusieron toda su vida, su tiempo, su esfuerzo y su cuerpo para que podamos volver a soñar con un país para todos. Y fueron sus organizaciones las que les pusieron nombre y apellido a los sectores que excluyen al pueblo: el capital especulativo y los grupos económicos transnacionales, los monopolios locales, los gorilopolios, la partidocracia claudicante, la oligarquía del agronegocio sojero y los intelectuales cipayos, antinacionales y antipopulares.

Con estos enemigos enfrente, no debería sorprender la denostación cotidiana y permanente a la que son sometidos los actores públicos de esas organizaciones populares. No por casualidad, todos esos intereses y sus representantes las señalan como el demonio que trae “crispación”. No sorprende que los empleados y las viudas de los oligopolios agredan, mientan y estigmaticen a la militancia. Es evidente que en nuestra sociedad hay grupos que han decidido demonizar a las organizaciones populares y también es evidente que están dispuestos a legitimar la represión y la exclusión política de los sectores sociales y políticos que buscan una Patria sin excluidos ni privilegiados.

Por eso, vemos con preocupación cómo se miente impunemente sobre la dirigente Milagro Sala y la organización Túpac Amaru. Vemos con preocupación la celeridad con que se impulsó la renuncia del compañero Emilio Pérsico a la Subsecretaría de Comercialización de la Economía Social, ante una situación familiar desgraciada. Así lo expresamos en una carta dirigida a la ministra Alicia Kirchner: “Vemos con preocupación cómo desde los medios masivos de comunicación monopólicos se ha desatado una fuerte campaña de demonización de las organizaciones sociales. Estamos convencidos de que no hay gobierno popular sin organizaciones populares dentro del Estado. En este sentido, Pérsico expresa acaso la responsabilidad más alta dentro de nuestro ministerio de un referente de organizaciones sociales. Aceptarle la renuncia lesiona, sin duda alguna, la relación entre aquellos que con convicción propia apoyamos este proyecto nacional y popular”.

La respuesta ante esta ola demonizadora no es simple. Se trata de incentivar la búsqueda de articulaciones con otros sectores de nuestra sociedad para evitar el aislamiento al que nos quiere empujar la derecha económica, política y mediática. El encuentro –y ésta es una de nuestras certezas – ha de darse en la profundización de los cambios necesarios para construir la Patria que soñamos y que nos merecemos como pueblo.

* Director de la Casa Cultural del Peronismo Revolucionario, director de la revista Oveja Negra, profesor de Teoría del Estado (UBA).

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http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-134219-2009-10-28.html

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Una canción que ya fue escrita hace un tiempo atrás

Tomado de Página/12

Las declaraciones de sectores de la oposición y los pedidos de represión a las protestas. El traslado de la política social al ámbito judicial. El lugar de las organizaciones populares en el discurso dominante de los medios masivos.

La nueva criminalización

Por C. Korol, M. Svampa, N. Giarracca, R. Gargarella, A. Pérez Esquivel *

Declaraciones como las que vienen realizando los dirigentes de la UCR, Gerardo Morales, y de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, identificando a los movimientos piqueteros con la violencia son absolutamente funcionales a las políticas que desde los sectores más reaccionarios y conservadores de la sociedad claman por mayor represión a la protesta social, en nombre de la “seguridad” de los propietarios y del castigo a los desposeídos. Diarios como Clarín, La Nación y los medios de comunicación a ellos asociados se han unido rápidamente a una campaña de difusión y magnificación de estas posiciones.

Quienes firmamos esta declaración no tenemos ninguna relación con el gobierno nacional. Somos críticos de sus políticas, fundamentalmente en lo que éstas tienen de compromiso con las trasnacionales de la minería, del agronegocio, de la energía e incluso en terrenos como el de las libertades democráticas y los derechos humanos. En el marco de los debates de los movimientos populares hemos polemizado muchas veces con posiciones o metodologías utilizadas por uno u otro movimiento piquetero, ligado o no al gobierno kirchnerista. Sin embargo, hemos aprendido de la experiencia argentina que cada vez que comienza a agitarse el “fantasma” de la “violencia” por parte de cierta dirigencia del sistema lo que se abre es el camino para castigar a los sectores más vulnerables de la sociedad y a sus organizaciones. Así sucedió antes de los asesinatos en General Mosconi, o previo al crimen de Kosteki y Santillán, o al asesinato de Carlos Fuentealba. Si vamos atrás en la historia, recordaremos las declaraciones de Ricardo Balbín sobre la “guerrilla fabril”, que crearon el clima para la escalada golpista.

En la actualidad, la criminalización de los movimientos sociales es una acción que parte de la identificación de la lucha por los derechos sociales con el delito, estigmatizando a los movimientos populares que ejercen el derecho a luchar por sus derechos y transformando toda protesta en causa penal. De esta manera, se traslada la política social al ámbito judicial. Por este camino, desde mediados de los ’90 hasta el día de hoy, miles de luchadores y luchadoras populares en nuestro país han sido judicializados, hecho que constituye un gigantesco chantaje sobre las posibilidades de resistencia a las políticas de hambre, exclusión y precarización de las condiciones de trabajo y de vida hoy vigentes.

Quienes impulsan estas políticas de criminalización de los movimientos populares están atacando los derechos humanos y amenazan en consecuencia al conjunto de las organizaciones sociales, pretendiendo retrotraer los espacios ganados en dicho proceso de resistencia. Rechazamos enérgicamente este nuevo avance en la criminalización de los movimientos sociales y los intentos de promover una mayor fragmentación y vulnerabilidad de los sectores populares, frente a la iniciativa unificada de la derecha ruralista y conservadora y de sus representantes políticos y mediáticos.

* También firman Alejandro Grimson, Horacio Tarcus, Julián Rebón, Atilio Boron, Hernán Ouviña, Mario Pecheny, José Luis Coraggio, Ezequiel Adamovsky, Inés Izaguirre, María Teresa Sirvent, Alberto Binder, Patricia Agosto, Eduardo Rosenzvaig, entre muchos otros docentes e investigadores universitarios.



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martes, 3 de noviembre de 2009

De vez en cuando escuchas aquella voz...


BOUDOU Y BOSSIO DIERON DETALLES SOBRE COMO FUNCIONARA EL NUEVO PROGRAMA


El ministro de Economía y el titular de la Anses indicaron que el beneficio estará disponible para unos cinco millones de chicos a partir de diciembre. El sistema se financia con la rentabilidad del fondo de jubilaciones.

Por David Cufré, publicado en página/12

La primera precisión es que la Anses empezará a pagarla a partir del 1º de diciembre, por el devengado de noviembre. La segunda fue que los 10.800 millones de pesos anuales que costará el sistema serán financiados por las ganancias del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de las Jubilaciones, que acumula 134.602 millones de pesos, y que en 2010 dejaría una rentabilidad de 12.000 millones. El ministro enfatizó que no se crearán impuestos ni se subirán alícuotas para costear la medida.

También dijo que la gran mayoría de los beneficiarios no deberán anotarse en ningún registro, sino que el organismo de seguridad social utilizará diferentes bases de datos del Estado nacional, de provincias y municipios para determinar quiénes tienen derecho a cobrar los 180 pesos mensuales. De aquí en adelante se lo irá comunicando a cada padre o responsable de los menores por diferentes medios, y a la vez habilitará un sitio especial en Internet con todos los datos del padrón de destinatarios. Quienes no figuren o tengan datos erróneos o incompletos podrán comunicarlo por la web o asistiendo a oficinas de la Anses o delegaciones provinciales y municipales que actuarán como intermediarias.

En cuanto al universo de beneficiarios, todavía es algo difuso, según reconoció Boudou. Se prevé que en un principio llegue a cinco millones de menores de 18 años, de los cuales tres millones no cobran en la actualidad ningún plan social –nacional, provincial ni municipal– u otra asignación estatal. Esos niños serían los más favorecidos por la novedad, ya que saldrían de la exclusión total que padecen hasta el momento. Los otros dos millones son menores que vienen percibiendo 44 pesos por mes del Plan Familias. La base de datos de este programa pasará a la Anses para adecuarlos al nuevo régimen.

En la Argentina hay 12,9 millones de menores de 18 años. Como se indicó antes, tres millones están fuera del sistema y dos millones pertenecen al Plan Familias. Otros 4,5 millones están incluidos en el sistema tradicional de asignaciones familiares, mientras que 400 mil no cobran nada porque sus padres perciben salarios mayores a 4800 pesos, que es el límite para recibir una asignación familiar –pero pueden efectuar deducciones del impuesto a las Ganancias–. Finalmente, hay tres millones de menores con cobertura de otros planes sociales.

Sin embargo, la mayoría de estos últimos cobran cifras menores a los 180 pesos de la nueva asignación. El decreto que anunció ayer la Presidenta establece que aquellos asistidos por algún plan social –fuera del Familias– no pueden recibir la asignación por hijo. Por lo tanto, se descuenta que rápidamente esos menores renunciarán al beneficio actual para pasar al nuevo. Eso tendrá tres consecuencias: la primera es que mejorará la cobertura de esos chicos, la segunda es que provincias y municipios que actualmente destinan recursos propios para alimentar los planes de ayuda se ahorrarán ese dinero, con lo cual disfrutarán de un aporte indirecto de la Nación, y la tercera es que esos mismos dirigentes verían disminuidas sus posibilidades de utilizar los programas para provecho político propio.

A continuación, se resumen otros detalles de la medida según lo informado por Boudou y el titular de la Anses, Diego Bossio, quien tendrá la responsabilidad operativa directa del nuevo programa. El ministro recordó que el organismo cuenta con la experiencia de la incorporación de 1,8 millón de adultos mayores a la jubilación, pese a que no habían completado sus aportes. “Esto es lo mismo, sólo que para los menores de 18 años”, apuntó.

- El monto. La asignación por hijo es de 180 pesos mensuales. Sin embargo, los padres o encargados de los menores recibirán una tarjeta en la que se acreditarán 144 pesos por mes (el 80 por ciento). El 20 por ciento restante se irá acumulando en una cuenta a nombre de cada persona en el Banco Nación. Para poder acceder a ese dinero, los beneficiarios deberán presentar los certificados de vacunación de los menores de cuatro años inclusive y los certificados de escolaridad de los 5 a los 18. En marzo, los que cumplan el trámite recibirán los 36 pesos de cada mes (diciembre, enero y febrero, 108 en total). Bossio adelantó que la reglamentación podría fijar que aquellas presentaciones de documentos se hagan en marzo y diciembre de cada año.

- Cómo anotarse. Como se explicó antes, la mayoría de los destinatarios no deberán hacer trámites, sino que la Anses hará un cruce de bases de datos e informará a cada familia en qué banco cobrará la asignación y cómo accederá a la tarjeta de débito en la que se acreditará el dinero. “En las localidades donde no haya bancos cobrarán en efectivo”, aclaró. Provincias y municipios colaborarán con la tarea. Habrá una dirección en Internet donde se publicará el padrón de beneficiarios. Los que no reciban ninguna comunicación ni figuren en ese padrón, deberán presentarse en las oficinas de Anses para inscribirse.

- Calendario de pagos. La Anses publicará las fechas de cobro de acuerdo con los últimos números del documento, como lo hace con los jubilados.

- El costo del programa. Según Boudou, en principio serán 10.800 millones de pesos, aunque la cifra seguramente aumentará por el desplazamiento de un plan a otro. El ministro dijo que el dinero saldrá de la rentabilidad de los plazos fijos, acciones y bonos, entre otros instrumentos, en que está invertido el Fondo de las Jubilaciones. Son 134.602 millones de pesos que el próximo año dejarán 12.000 millones de ganancias. El funcionario sostuvo que de ningún modo se afectará el stock de ahorros para los jubilados, aunque surgen dudas sobre cuánto tiempo alcanzará esa fuente de financiamiento.

- Autónomos. Los hijos de los autónomos no accederán a la asignación, ya que tienen un régimen particular.

- Alcance. El beneficio es por menor de 18 años, con lo cual también lo cobrarán las madres solteras o tíos o abuelos o quien sea que esté a cargo del chico. El beneficio también es para los hijos adoptados.

-Límite. El decreto dice que quedan exceptuados de percibir esta ayuda los trabajadores informales que cobren “una remuneración superior al salario mínimo, vital y móvil”. Sin embargo, será difícil su detección.

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lunes, 2 de noviembre de 2009

Por la disolución de la UCEP

LA JUSTICIA LE PROHIBIO QUE ACTUE CONTRA PERSONAS EN SITUACION DE CALLE SIN PERMISO DEL TRIBUNAL

La medida, dispuesta por el juez Roberto Gallardo, se adoptó tras el allanamiento a las oficinas del organismo. Fue consecuencia de una denuncia de la Asesoría Tutelar, en el caso de una mujer embarazada que fue desalojada a golpes.

Por Eduardo Videla, publicado en Página/12

Al menos por unos días, el grupo de choque del gobierno porteño especializado en desalojos de indigentes que viven en la calle, conocido como UCEP, no podrá realizar ese tipo de procedimientos sin autorización judicial. Lo decidió ayer el juez Roberto Gallardo, quien además ordenó que ese organismo se abstenga de intervenir en “acciones que involucren a menores e incapaces”. La medida fue adoptada horas después de un allanamiento a la sede de la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP), en el Edificio del Plata.

La medida cautelar fue adoptada por Gallardo apenas veinticuatro horas después de que el asesor tutelar de Menores Gustavo Moreno presentara una acción de amparo a partir del caso de Carla Baptista, la mujer con un embarazo de cinco meses que hace un mes fue golpeada, manoseada y amenazada por una patota de la UCEP, en un operativo realizado en la calle Pasco y Autopista, donde ella vivía con su pareja.

El accionar de la UCEP viene siendo denunciado desde hace tiempo por sus víctimas y por organizaciones sociales y políticas que advierten sobre los métodos violentos que utilizan sus integrantes para desalojar a personas sin techo de la vía pública. La diputada Liliana Parada (Proyecto Sur) formuló a fines de 2008 una denuncia penal contra Mauricio Macri y el ministro de Ambiente y Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, por “amenazas, coacción agravada e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, a la que se sumó con otros casos la Defensoría del Pueblo de la ciudad. Este organismo, junto con la Defensoría Oficial de la Justicia porteña y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) presentaron la semana pasada un pedido de disolución de lo que consideraron como una “fuerza paraestatal”.

A la causa que se tramita en la Justicia penal se agregó ahora un expediente en el fuero Contencioso Administrativo porteño. Fue después de que Carla Baptista, la mujer embarazada atacada el 1º de octubre, se presentara acompañada por la diputada Parada, en la Asesoría Tutelar, para solicitar protección ante su situación de desamparo. “Después del desalojo volvió a vivir bajo la Autopista y una semana después uno de los integrantes de la UCEP le fue a decir ‘Vas a ver lo que te va a pasar por hacer la denuncia’”, contó Parada a Página/12.

Como primera medida, el asesor tutelar Gustavo Moreno presentó un recurso de amparo “en nombre del hijo por nacer” para que se le otorgue un subsidio suficiente como para vivir en un hotel con sus seis hijos. “Es que los chicos, como sus padres no tienen vivienda, estaban alojados en un hogar infantil, en Avellaneda. Y el gobierno de la ciudad tiene un máximo de 700 pesos para subsidios, que no alcanzan para alojar a una pareja con hijos. Por eso la única manera de ampliar los subsidios es mediante recursos de amparos”, explicó Moreno a Página/12. Fue de esa manera que Carla Baptista accedió a un subsidio de 1700 pesos para llevar a sus seis hijos con ella. El mayor de los chicos tiene seis años.

Resuelta la emergencia, el asesor tutelar pidió el jueves a la Justicia, en un nuevo recurso de amparo, “que la UCEP no participe en procedimientos con personas menores (de 21 años) y embarazadas”. Para eso, al caso de Carla agregó “otros sucesos de igual tenor, que tuvieron lugar en circunstancias similares, de los que también habrían sido víctimas menores de edad”.

La causa recayó en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo a cargo de Roberto Gallardo, quien en menos de veinticuatro horas ordenó allanar las oficinas de la UCEP, en el quinto piso del edificio de Carlos Pellegrini 211, donde secuestró abundante documentación. “Después de leer la presentación del asesor tutelar, existían dudas acerca de la forma en que se realizan los procedimientos”, dijo Gallardo a Página/12 al justificar el allanamiento.

–¿Usted allanó la UCEP porque pidió documentación y no se la entregaron?preguntó este diario.

–No. Dada la gravedad de los acontecimientos denunciados, en los que podría haber actividades ilegales, no era adecuado solicitar información, sino obtenerla de esa manera.

Después de “repasar en forma superficial el conjunto de la prueba colectada”, Gallardo resolvió hacer lugar a la medida cautelar solicitada; le ordenó al Ministerio de Espacio Público –del que depende la UCEP– que hasta tanto se resuelva en forma definitiva, el organismo cuestionado “se abstenga de formalizar cualquier procedimiento sobre personas que se encuentren en el espacio público o en la vía pública, sin haber obtenido previamente la autorización de este tribunal, solicitud a la que deberá acompañarse los antecedentes administrativos que fundamenten la intervención, todo ello bajo apercibimiento de denuncia criminal”.

También le ordenó al ministerio que “se abstenga de intervenir en aquellas acciones que involucren menores e incapaces”.

“Tratan de limpiar las calles de Buenos Aires de pobres, pero tirándolos del otro lado de la General Paz. Ofrecen dinero primero, y si no se van con dinero, se van a los golpes”, dijo la diputada Parada. El miércoles último, cuando el ministro Piccardo brindó un informe en la Legislatura, la diputada le preguntó al funcionario: “¿Están esperando un muerto? Yo no. Y para que esto no ocurra, la UCEP tiene que dejar de existir”.

Piccardo se empeñó en negar que la UCEP emplee métodos violentos y en sus exposiciones consideró que los testimonios brindados por víctimas y testigos no constituyen pruebas de un accionar ilegal. De hecho, en la Legislatura confirmó que inició tres sumarios para investigar las denuncias, pero admitió que no separó preventivamente a ninguno de los funcionarios acusados.

De acuerdo con denuncias coincidentes, el grupo –cuyo jefe sería un barrabrava de San Lorenzo, conocido como el Luis “El Tano” Savoiardo– se moviliza en varios vehículos no identificados con leyendas oficiales y un camión compactador de basura, adonde son arrojadas las pertenencias de las personas desalojadas.

Según admite el propio organismo, desde febrero hasta septiembre la UCEP realizó 444 procedimientos de desalojo, la gran mayoría contra personas indigentes, a razón de dos o más operativos por día. Ahora, sus integrantes ingresan en período de abstinencia: sólo pueden actuar bajo supervisión judicial, al menos hasta que haya sentencia definitiva.

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domingo, 1 de noviembre de 2009

Tarjeta roja para Carrió


LA APDH EXPULSO A LA LIDER DE LA CC, COMO SOLO HABIA HECHO CON MENEM

Con el voto unánime de su comisión directiva, la Asociación Permanente por los Derechos Humanos separó a Elisa Carrió de la entidad por sus críticas al proyecto oficial sobre la obtención de muestras de ADN para identificar a posibles hijos de desaparecidos.

Las críticas de Elisa Carrió al proyecto oficial sobre la obtención de muestras de ADN de posibles hijos de desaparecidos siguen levantando polvareda. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, uno de los organismos más antiguos del país en el área, resolvió por el voto unánime de su comisión directiva expulsar a la líder de la Coalición Cívica por sus declaraciones sobre la supuesta “persecución” a Ernestina Herrera viuda de Noble, dueña del Grupo Clarín e imputada en una investigación judicial por la adopción irregular en 1976 de un niño y una niña, hoy adultos, que podrían ser hijos de desaparecidos.

“Dadas sus declaraciones públicas, absolutamente incompatibles con los principios y valores de los derechos humanos, la mesa directiva ha decidido separar a la señora Carrió de esta institución”, señala el comunicado de la APDH, que copresiden Miguel Montserrat, la hermana Martha Pelloni y el obispo metodista Aldo Etchegoyen. Consultado por Página/12, Montserrat consideró que “con sus palabras Carrió se pone en la vereda de enfrente de los organismos de derechos humanos, junto con los apologistas de la dictadura, los mismos que plantean el olvido y la reconciliación para convivir con criminales y torturadores”. Agregó que el único antecedente de expulsión de APDH es el de Carlos Menem, separado cuando indultó a los represores que no habían sido alcanzados por las leyes de impunidad.

El proyecto que cuestionó Carrió se funda en argumentos de la Corte Suprema de Justicia y fue enviado al Congreso en el marco de un acuerdo de solución amistosa entre Abuelas y el Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Establece que si el presunto hijo de desaparecidos no accede a extraerse sangre para conocer su identidad, la Justicia puede ordenar la obtención de material genético por medios alternativos, como el secuestro de ropa o cepillos de dientes. El método ya permitió la identificación de nueve hijos de desaparecidos.

“Esta ley no está dirigida a proteger los derechos humanos, sino que está dirigida a los hijos de la señora Herrera de Noble”, declaró Carrió hace diez días. “Es fascismo puro. El principio de la integridad y de la autonomía personal está por encima. Es una ley de persecución”, agregó. La respuesta de Abuelas fue inmediata: “Esta señora está tan desprestigiada que dice barbaridades, confunde las cosas y, con tal de echar más leña al fuego, nos ofende”, dijo Estela de Carlotto.

“Carrió ingresó a la APDH de la mano de Alfredo Bravo a fines de los ’90, cuando se formó el ARI”, recordó Etchegoyen. “Tenía un discurso relativamente progresista y hacía campaña levantando los nombres de Evita y (Leandro) Alem. Luego giró hacia el centro y en los últimos tiempos tiene un discurso francamente de derecha, que culmina ahora tocando aspectos muy sensibles a los organismos y solidarizándose con Herrera de Noble, como si fuera una víctima.”

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