jueves, 30 de julio de 2015

La tristeza misma





Está echado junto al cordón, temblando de frío, bajo la llovizna.
¿Por qué no se mete bajo algún alero, en algún palier, detrás de una pared amistosa para evitarse el viento que viene del mar y corre por la calle perpendicular a la playa?
Porque en esa calle se ha estacionado un auto gris.
Y él se echó detrás, cerca del caño de escape, donde todavía debe quedar algún calor.
Si le das alimento, come.
Si le das agua, bebe.
No ladra, no gruñe, no muerde, no aúlla.
Es amable y distante.
No desea entablar ningún tipo de relación.
No mueve la cola, no agradece.
No te sigue. No trata de conseguir un hogar.
Es pura obsesión: corre detrás de autos grises, preferentemente redondeados en su forma. No importa la marca. Un tono de gris, una forma, sí.
Durante cuadras, corre detrás de ellos.
Y si se estacionan, se pone feliz, se para en la vereda, mueve la cola, salta. El conductor o el acompañante o quién sea que vaya arriba, se baja. Y ni lo miran. No se han dado cuenta de la persecución. No saben que está allí.
Él es paciente con los humanos: espera.
Y como lo que busca no aparece, se va caminando hacia cualquier parte, preferentemente donde haya otro auto gris. Y allí se echa otra vez.
Es un misterio.
A veces se reúne con otros callejeros en la esquina donde están los restaurantes ‘de todo el año’.  Deben darle algo de comer. Está allí, pero no comparte nada con los demás perros. No  ladra a las bicicletas ni a las motos, menos a otros callejeros que pasan. Observa. Mejor sería decir: contempla. Echado siempre. Temblando a veces.
Sólo se levanta y corre si ve …un auto gris. El único momento en que parece vivo.

¿Lo abandonó el dueño de un auto de ese color?
¿Falleció su amo?
Prefiero pensar que lo perdió y lo sigue buscando, que todo es un gran desencuentro y que tendrá final feliz.  “Esa espera merece una tragedia mayor que el egoísmo de alguien que un día descubrió que el cachorrito alegre dejó de resultarle  interesante”, me digo, mientras lo veo correr tras los autos grises una y otra vez, un día y otro, bajo la lluvia en invierno y el sol agobiante de la siesta en verano.El abandono de un perro incapaz de mirar a otro humano para conseguirse un nuevo hogar, me llena de resentimiento que no sirve de nada. Él lo sabe. Que no sirve de nada. Al menos, eso parece. Porque espera. Con angustia, eso sí, se le nota. Obsesivamente, espera. Y nada más.

Parece de raza, de eso perros comprados en criadero, de esas razas que inventan, que tienen ancestros chinos. Contextura fuerte, medio petisón, trompa chata y negra, patas chuequitas. Es de buen pelaje, color caramelo, y lleva un collar rojo.  Me recuerda alguno de esos  melancólicos cuentos de Vigil sobre perros perdidos.  Cualquiera lo adoptaría con gusto. Tan educado y sano.
Salvo porque él no quiere ser adoptado. 
Ni siquiera desea entablar lazos con nadie que no baje de un auto gris…
Tampoco tiene un nombre de esos que tienen por aquí todos los callejeros,  que sirven para identificarlos cuando se lastiman o se dejan de ver por un tiempo: el Negro, el Chiquito, el Rengo, la Pepa, el Flaco, la Galga, el Manchao, el Marmolado, el Torcido, la Grandota, la Lanuda,  la Buenamadre,  el Perdiguero de la Vuelta…A él nadie lo nombra. Ha hecho todo para pasar desapercibido. Y lo consiguió. 
Nadie, o casi nadie, le presta atención.
Es la imagen misma de la tristeza.


martes, 7 de julio de 2015

Boludervios triunfadores y viceversa


Triunfar. Fracasar.
Victorias. Derrotas.
De quién. Sobre qué. Sobre quién.
Ante qué. Ante quién.
¿Qué es triunfar?
¿Qué es fracasar?
¿Se puede fracasar en la vida
Si se deja de respirar, seguramente se produce algún tipo de fracaso. Y aún así, siempre habrá optimistas que en el último aliento se sentirán victoriosos y pesismistas que aún teniéndolo todo y mucho más, sentirán en la boca el ardiente gusto del polvo de la derrota. Es tan subjetivo como "quedar bien con todo el mundo".
¿Ser amable con todos los seres es una garantía de fracaso en la vida?  Incluso se aconseja intentarlo si uno desea ser un derrotado de antemano.
¿O  ese "quedar bien con todo el mundo" se utiliza como sinónimo de falsedad, hipocresía, desinterés, indiferencia o todo eso junto? En tal caso el "consejo" intenta señalar que un camino construido en base a hipocresías no tiene un futuro victorioso?
Supongamos que el intento sea exitoso, que ese sea el objetivo de la vida de la persona en cuestión, ¿igual sería un fracaso en la vida? Y a la inversa, si se fracasa en el intento de "quedar bien con todo el mundo", entonces se triunfa en la vida?  

Si no sos un triunfador, no te preocupes...

 En el camino del éxito habrá dificultades.
 En el del fracaso también. Nada garantiza que las acciones lleven a la victoria o la derrota, ni su corrección ni su interés ni su generosidad ni su locura ni nada. Las cosas pueden salir bien o mal independientemente de las intenciones, a veces hasta de las metodologías aplicadas para conseguirlas. Nadie puede garantizarnos nada, salvo este señor que le da de comer con palitos a un tigre. 
Parece que cada dolor no te hace más adolorido, más golpeado, más endeble, sino todo lo contrario, te vuelve fuerte. Agradece a los que te sopapean en casa, la escuela o la calle. Te hacen más fuerte. Agradece a cuanto golpeador se te cruce. Pero te sugiero que igualmente lo denuncies. Y si después de los golpes no logras sentirte más fuerte, no te preocupes: nadie dijo que los golpes sean vitaminas.
Sigue con otro rubro del infierno dantesco: las traiciones. Resulta que no son el camino a la decepción, el miedo y la desconfianza, el más seguro modo de volverse traidor uno mismo. no, parece que la traición lleva directo a la inteligencia. Eso indicaría que si quieres que tu hijo sea más inteligente, ¡deberías traicionarlo continuamente! Así, según parece por esta fotito tan difundida en las redes, estarías haciéndole un gran bien a pesar de que se sienta destruído como persona.
Del mismo modo, para ser hábil no alcanza con la práctica y el aprendizaje:  hay que haber sufrido muchas y variadas desilusiones. 
 Como la única forma de desilusionarse es ilusionarse antes, se supone que hay que generar gran cantidad desilusiones entre los humanos en estado de aprendizaje de habilidades para que las consecuentes desilusiones posteriores los vuelvan más hábiles.
Según los diccionarios, la habilidad es la  "capacidad de una persona para hacer una cosa correctamente y con facilidad". Proviene del latino habilitas, y hace referencia a la maña o destreza para desarrollar algunas tareas. Según la Wikipedia,  puede referirse a campos muy diferentes:  

Intelectual, toda la que tenga que ver con las capacidades cognitivas del sujeto. 
De aprendizaje, en un sujeto concreto frente a un objetivo determinado. Considerada como una aptitud innata o desarrollada, la mejora que se consiga mediante la práctica, se le denomina también talento. Puede servir para ejecutar una acción o una obra. 

Digital y/o de Información, aprendidas y  requeridas en las ciencias de la información. 
Gerencial, para la gestión de un proyecto, una empresa, la organización de una actividad, etc. 
 Sociales, conductas aprendidas que se manifiestan en situaciones interpersonales, socialmente aceptadas. 
En el ámbito de los juegos: cada una de las capacidades que los personajes de los juegos de rol tienen para realizar acciones en el curso de una sesión de juego.También las requeridas en el de cartas denominado Mitos y Leyendas. Figuran hasta las Habilidades Pokémon,  acciones  concebidas para ser usadas en los videojuegos de la serie Pokémon. (JUA!)
 Bueno, todo eso se consigue desilusionándose mucho. Así que ya sabe que en las escuelas, lo que parece carencia, vendría a ser algo así como una especie de virtud. Nadie se desilusiona por casualidad; está todo fríamente calculado.
Y finalmente, parece que la experiencia es garantía de sabiduría.
Nadie pretende desconocer el arduo camino que lleva a la sabiduría personal, que suele estar tachonado de  experiencias, muchas o pocas, las necesarias para que el sabio  reflexione y se vuelva sabio. Pero la experiencia solita sin reflexión, la praxis sin teoría, es como bien se suele decir por allí, bastante improductiva. A veces "treinta años de experiencia en..." no son más que la misma experiencia repetida durante treinta años. Y de sabiduría poco y nada. Por eso, la antigüedad se suele cobrar en el cheque del salario, ya que no siempre es capaz de garantizarnos alguna otra cosa.   Premio consuelo para todos los que buscan el saber por puro amor, por el camino de las experiencias...
 
Cuando estes mal, cuando estes solo...
¿Se te pincharon algunos de los globitos que te regalaron en la campaña electoral reciente?
No te preocupes. Sólo necesitas sonreir.
Sonríe! 

Eso sí, no te olvides que las cuentas del almacén se pagan con plata. Las de la farmacia también.
que la plata no crece en los árboles ni la cagan los perros. Que hay que ganarla dejando el sudor de la frente impregnado en las manos del patrón.
Y que los problemas son problemas porque hay que buscarle soluciones. Si no tienen solución, no son problemas, y ahí sí que estás en el horno.
Y aunque te mates sonriendo y la vida no te sonría ni un cachito, vos igual
Sonreíle!   Por testarudez nomás. De puro cabrón. De puro saber que no hay espejo que te devuelva nada, pero que igual vale la pena. Que la vida te sonría o no, no es tu problema.
Vos sonreí! Y que se metan todos sus cuentos chinos en el traste! Que después de todo, ni la chica de la foto está sonriendo, carajo! ¿A quién van a convencer así? No se los puede dejar solos, che...

Y de última,
si todo te va mal, si nada te sale y vos necesitás sentirte un  triunfador, aunque sea por un rato, anda y pedí disculpas. ¿Cómo "por qué"?
Me extraña. ¿A quién le importa si tenés razón o no? ¿a quién le importa si sos sincero? vos andá y pedí disculpas, no ves  que...
Listo. Te quedaste con la última palabra.
Ah, no, me equivoqué.  Perdón, disculpame...

sábado, 4 de julio de 2015

El libro, ese masacote de papel


“El libro como objeto sagrado se superpone siempre a la realidad más procaz del libro como mercancía. A partir de allí se generan equívocos insolubles y a menudo ridículos. La vieja disputa ‘cultural’ sobre el best-seller versus libro de calidad sólo se dirime en el tiempo –advertía Russo–. Un clásico absoluto de la literatura norteamericana, como los poemas de Emily Dickinson, podría no haberse publicado jamás; los manuscritos fueron casi azarosamente encontrados en los cajones de su escritorio después de su muerte. Esto quiere decir que una cosa es la escritura y la literatura, y otra, no siempre coincidente, el mercado y la industria del libro. Los editores y editoras, incluyendo los aparentemente más progresistas, suelen aprovecharse del limbo artístico de la producción literaria para explotar al escritor, camuflando las liquidaciones de derechos, o al traductor, pagándole cifras irrisorias por millar de palabras, aun cuando reciban generosos subsidios. Sabemos que el mercado del libro no es el mercado del arte o el espectáculo, pero a la hora de repartir los beneficios, el editor suele relegar al escritor a la condición de ‘artista desinteresado’, mientras se enfunda los royalties.”
Edgardo Russo, editor, narrador, poeta, traductor. Santafesino, 26/12/1949 - 01/07/2015

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-35978-2015-07-04.html

Boludervio desconfiado

La fe ¿mueve montañas?


CONFIANZA: dícese de la "esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea". Tambien es la "seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida" que alguien siente interiormente.
 Según Laurence Cornu, doctora en filosofía: “la confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de otro. Es una especie de apuesta que consiste en no inquietarse del no-control del otro y del tiempo”.

  

 ¿Cómo les suena el "no hagas que me arrepienta" en medio de una actitud de "no control del otro y del tiempo"? ¿Cuánta CONFIANZA real traduce ese "no hagas que me arrepienta"?

Ah, la fe...
Esa fe en lo textos cortos para transmitir buenas ideas...
Esa fe en que "si breves, dos veces buenas"... 


Ahora, entre nosotros, mirando la foto: ¿qué opinan?
 ¿Se moverá la montaña?






jueves, 2 de julio de 2015

Boludervios "juiciosos"

 Arranquemos con un poco de sentido del humor. Egipcio.
¿Antiguo? Tal vez.
No parece constituir un boludervio, ya que dejamos explícitamente fuera de esta categoría todos aquellos que apelaban al sentido del humor o eran pequeñas piezas arqueológicas de algún idioma en particular.
De todos modos, cualquiera se da cuenta que no se sostiene, es una falacia del tipo "tu quoque".  También podrá considerarse una paradoja o un  Sofisma "ad superbiam". Pero esas cuestiones clasificatorias e las dejamos a los que se dedican a etiquetar cosas, que son más de los necesarios y hacen más barullo del que uno quisiera. 

Vayamos a un boludervio  de moda en las redes.
Aclaremos de entrada que en esta frase hay más de un boludervio. Enreda  conceptos de cambio e inmutabilidad con el valor de las opiniones ajenas. Hasta se puede creer que la testarudez es una forma de grandeza. Vayamos por parte.
Grandes son los que... son grandes.
Tener un tamaño voluminoso es ser grande.
La edad también nos hace grandes: los adultos lo son por analogía con la altura. Herodes el Grande se diferencia de su hijo Herodes aunque ambos sean adultos.  
Una persona importante, ‘de elevada jerarquía’ dice el mataburros, también es un grande. Igual que alguien que se destaca en algo en particular. 
Los Grandes de España, no son precisamente muy grandes ni muy destacados, son de familia nobiliaria apenas.
El premio mayor de la lotería es ‘la grande’ o ‘el gordo’, otra vez el tamaño define. 
Vivir con lujos excesivos, es vivir ‘a lo grande’.
Y divertirse mucho es ‘pasarla en grande’.
Lo intenso y fuerte también es grande, en general ‘muy grande’, porque parece que el dolor o el placer alcanzan la categoría si exceden la grandeza ‘normal’.
Grande, pa! Es una expresión de felicitación, de estímulo. También fue una telenovela.
  “Grandes son tus maravillas, grandes son tus obras, Grande es tu poderío” son frases que se le dicen al dios al que se adhiere para alabanza de su gloria.
 De todas las acepciones, parece que el GRANDES SON se refiere a los que se destacan, son importantes o de elevada jerarquía. Casi dioses.
En este caso parece que son grandes los que son juzgados
Como los criminales de lesa humanidad, por ejemplo, o los robagallinas. O la señora de al lado, que recibe el juicio atroz de la vecina por sus sábanas demasiado manchadas tendidas al sol.
Pero no alcanza con ser Videla o Menendez o Robledo Puch o la vecina para ser grande
No alcanza con ser juzgado por “los propios actos”.
Para ser GRANDE, hay que ser juzgado POR SER QUIEN SE ES.

Y ¿Quién se es?
 ¿Uno es lo que hace o es lo que nació siendo o es lo que puede o es lo que debe ser porque si no, no será nada?
No importa. Los que son juzgados por ser quienes son, se podría decir “aquellos juzgados por su esencia, por ser lo que no pueden dejar de ser” son grandes porque NO CAMBIAN PARA COMPLACER A NADIE.
Estamos otra vez en problemas:  UNO no cambia no por no complacer a los que lo juzgan. No cambia lo que esencialmente es porque NO PUEDE. Las esencias, justamente, reflejan la parte de algo que es perdurable, inmutable, que no se puede cambiar ni modificar.
ESENCIA viene del latín essentia que a su vez proviene del verbo latino esse 'ser' (= existir), cuyo participio ens es el ente como 'ser que existe' o “ser quien es es”.
Si “ESO” que constituye la “esencia” se puede cambiar para complacer a alguien, entonces no es esencia.
La esencia es la propiedad, o conjunto de propiedades, que constituyen a una clase natural o a un individuo. Si esas propiedades se pueden cambiar “a voluntad” para complacer a otro, no son parte de la esencia o del “ser quienes son”
Con lo que llegamos a la conclusión de que todos los que somos lo que somos, que no podemos ser otra cosa que lo que somos, además SOMOS GRANDES.
Todos somos destacados, maravillosos y únicos, grandes de verdad, porque somos quienes somos y porque no podemos cambiar lo que somos, sin dejar de ser.

Entonces...
¿...tal vez se refiera a aquellas cosas que se pueden cambiar sin dejar de ser?
Por ejemplo, pongamos por caso un ente que tiene como propiedades ser 'hombre',  'guardia de subte', 'malhechor'. Eso constituye su forma de ser en el mundo, pero son propiedades contingentes, pues  puede cambiar una de ellas sin dejar de ser. Si se jubila o cambia de trabajo, sigue siendo hombre y malhechor. Si se hace bueno y se arrepiente, sigue siendo guardia de subte y hombre. Si cambia de sexo, sigue siendo guardia y malhechor. Pero si se vuelve transexual o transgénero, se jubila y se vuelve un modelo de perfección y bondad, ¿DEJA DE SER UN GRANDE?
¿Como un pobre que deja de ser pobre?
¿O un rico que entiende que la redistribución de la riqueza es su mayor riqueza?
¿O una mujer que deja de cocinar y se dedica a arreglar colectivos rotos?

¡Está haciendo trampas! 
Es verdad. Estoy haciendo trampa,  mezclando categorías, conceptos, enredando todo. Ya lo sé. Pero el cartelito de arriba en el que escrachan a la pobre Mafalda para darle mayor credibilidad al BOLUDERVIO que sustenta, también hace trampa. enreda todo para no decir algo tan simple como “dejame de joder” o “tu opinión no me importa” o “no voy a dejar de hacer lo que estoy haciendo sólo porque me critiques”.
 Dicho esto, ¿cuántas veces escuchamos decir que tal o cual “es un grande porque…”?
¿Realmente lo que hace lo hace grande? ¿O lo agrandan sólo por no poder dejar de ser quen es?
¿O lo agrandan porque así conviene a algunos que lo agrandan?

Grandes son los que leen blogs con artículos largos y hacen comentarios inteligentes sobre su contenido.

 Sé que debiera decir: Mucho cuidado con juzgarme.(punto) La (con mayúscula) piedra que hoy lanzas hacia mí, puede ser con la que tropieces mañana.  Así es como lo encuentro en los perfiles de las redes sociales.No me hago cargo, tiene una firma.