jueves, 14 de mayo de 2015

POR QUÉ NI COMO

Cuando yo escribía en la casa todo escribía. La escritura estaba en todas partes. Y cuando veía a los amigos, a veces no acertaba a reconocerlos. Hubo varios años así, difíciles para mí, sí, diez años quizá, quizá duró diez años. Y cuando amigos incluso muy queridos acudían a visitarme, también era terrible. Los amigos nada sabían de mí: me apreciaban y acudían por gentileza creyendo que me hacían bien. Y lo más extraño era que no me importaba.
 Eso hace salvaje la escritura.
Se acerca a un salvajismo anterior a la vida. Y siempre lo reconocemos, es el de los bosques, tan antiguo como el tiempo. El del miedo a todo, distinto e inseparable de la vida misma. Uno se encarniza. No se puede escribir sin la fuerza del cuerpo. Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que uno mismo, hay que ser más fuerte que lo que se escribe. Es algo curioso, sí. No es sólo la escritura, lo escrito, también los gritos de las bestias de la noche, los de todos, los vuestros y los míos, los de los perros. Es la vulgaridad masificada, desesperante de la sociedad. El dolor; también es Cristo y Moisés y los faraones y todos los judíos, y todos los niños judíos, y también lo más violento de la felicidad. Siempre, eso creo.

Nunca descubriré por qué se escribe ni cómo se escribe.


Fragmentos extraídos del libro ESCRIBIR, de MARGUERITE DURAS. 
Traducción de Ana María Moix. Colección Fábula. Tusquets Editores.

domingo, 10 de mayo de 2015

Menos mal que nadie lo sabe

Foto tomada del suplemento Radar de Página/12 del domingo 10/05/2015.

Si a este santafesino armado, el padre lo hubiera fajado con el cinto, si le hubieran dado con varillas en las patitas flacas en la escuela cada vez que se reía de las incongruencias de su profesor, este negrito atorrante, que las va de pesado, que está practicando para ser pistolero, hubiera sido del PRO.
Por suerte eso no pasó.
Pero si hubiera pasado, tal vez este negrito reo sería candidato a gobernador de su provincia, con razonables expectativas de ganar.
Por suerte, eso no pasó.
Este morocho argentino nació hace tanto tiempo, que no tuvo que pasar por el actual detector de "pichones de delincuentes" que usa la policía y una parte importante de la población atemorizada por los medios. Zapatillas baratas, sucias,  arma en mano,  oscurito de piel, cara de pícaro, de reirse de la vida,  rosarino...  Qué pronóstico, pobre pibe.
No llega a los veinte...

Menos mal que esta foto tiene como sesenta años. 
Y uno de sus protagonistas, por lo menos, ya no está entre nosotros. Por desgracia, el 2007 se lo llevó en julio. Del rubio nada sabemos.
Pero el Negro, el del revolver, supo sacarnos una sonrisa cuando todo era llorar y tener miedo.
Supo mostrarnos la otra cara de la realidad y del lenguaje, la que se ve únicamente con el humor.
Si esta foto fuera reciente y la hubieran visto ciertos candidatos, ciertos asesores y comunicadores,  este chico estaría siendo estudiado por algún gabinete psicopedagógico.
Posiblemente, a punto de ser internado en algún centro rehabilitador.
Vigilado por los agentes de la comisaría del barrio, no sea cosa qué...
O buscado por algún oficial ahogado por las deudas, engañado o coercionado  para que salga a robar con protección policial, como al morocho Arruga.
Tal vez, en unos años más, sería golpeado hasta la muerte a la salida de un recital de rock por esa misma policía.
 Todo eso y nada de eso podría pasar.

Menos mal que nació en 1944.
Menos mal que cuando era pibe,  la 'Resistencia' era algo que ejercían  los pobres contra los ricos,  no la ridícula testarudez de un juez centenario de la Corte contra los intereses del pueblo.
Menos mal que pudo sortear los detectores de portación de cara, de ropa, de barrio de su época.
Menos mal que esta foto tiene muchos años y fue robada del suplemento Radar de Página/12. Ilustra una nota sobre la biografía autorizada que escribió el periodista Horacio Vargas. Y  se llama justamente "El Negro Fontanarrosa", así de claro y simple.
El Negro Fontanarrosa. 
Menos mal que el Negro Fontanarrosa, ese mismo que deleitó a los lectores del gran diario argentino durante décadas (los mismos lectores que, tal vez, si lo hubieran visto así no hubieran dudado en lincharlo o  llamar al 911: "vea, hay un negrito sospechoso armado en la calle, seguro que está drogado, mejor se apuran vio"), menos mal que el Negro pudo contarla lunga antes de dejarnos huérfanos de risa.  
Menos mal que esta imagen es apenas un recuerdo de infancia.
Menos mal que el Negro fue el Negro y no es 'el negro' de ahora. Quién sabe si  hubiera podido llegar a sentarse en la Mesa de los Galanes, a crear a Don Inodoro, a ser un orgullo nacional si esta fuera una foto actual...

 Quién sabe? Nadie lo sabe.
Nadie lo sabe.
Nadie lo sabe.

Suerte para nosotros haberlo conocido, haber sido sus contemporáneos.

http://www.pagina12.com.ar/visor/fotos/libros/20150510/tapa_i/tapaglibros-1.jpg

sábado, 9 de mayo de 2015

Cuando el futuro viene marchando

Esto es grave.
Que pase en el Día de Lucha contra la Violencia Institucional, es un insulto.
Crónica Tv, siempre fiel a su lema "firme junto al pueblo",  registró todo con sus cámaras: la violencia innecesaria, la falta de repeto de la conducción policíal del desalojo al poder judicial, representado en el lugar por el Juez Arias. Hasta la increible creación de un "relato",  repetido por el comisario u oficial a cargo frente a las cámaras, quién no sólo echaba al juez del lugar y lo desobedecía, sino que además le impetraba como argumento de su accionar inconstitucional que "esta gente tiene casa, no son pobres". Como si a él le correspondiera establecer los derechos de los demás mortales sobre la tierra.
Esto es grave. 

Y deja en claro que tanta policía suelta, con tantos "dueños" diferentes no parece acabar con la inseguridad. Más bien lo contrario.
En un escenario de ficción, uno puede imaginarse futuros poco promisorios, al mejor estilo de ROBOCOP: bandas armadas creadas legalmente, acabando primero con nosotros y después, dándose entre ellos en defensa de los intereses de las corporaciones que bancan a cada una con sueldos y pertrechos. 

La disolución del Estado como administrador de la fuerza, la privatización de las fuerzas de seguridad,  siempre aparece en los relatos apocalípticos futuristas. El caos generado por la falta de legalidad del accionar policial al servicio de los interes particulares, también.
Y parece que el futuro viene llegando más rápido que ligero en algunos lugares. 

 Página/12: Violento desalojo en La Plata

jueves, 7 de mayo de 2015

CHATARRA RUSA

CHARLAS DE PREJUBILADOS
-Qué cosa estos rusos, eh? Hacen todo a lo grande...
-y sí...
Así también, cuando hacen cagadas, las hacen bien grandes...
- ¿Ya se sabe cuando va a caer la chatarra esa?
- Masomeno... Entre mañana y pasado, parece.
- Ojalá no caiga en el mar, que caiga en Africa.
-Pero ¿para qué querés que caiga en Africa?.Pobres morochos, como si ya no tuvieran bastante...
- Porque iba cargado de mercadería para los astronautas. Como dos mil toneladas.
-Qué?
- Bueno, dos mil toneladas, dos mil kilos, es lo mismo. Por ahí dice, ves? Dos toneladas! ¿Sabés la cantidad de comida que hay en dos toneladas?
- Uf! Son un montón de rocklets.
- Estoy hablando en serio.
- Yo también.
- Una lástima si cae en el océano ¿Quién lo va a aprovechar?
- Pero si dicen que se va a desintegrar todo en la atmósfera!
- No, el titanio, no. El titanio no se desintegra...
- Y? Qué tiene que ver el titanio? Vos te creés que van a caer bolsitas de titanio con roklets adentro?
-
Cortala con los rocklets!  
- Bueno, sacá los rocklets. Bondiolas emvueltas en titanio, entonces. ¿Te gusta queso sardo envuelto en titanio?
- Y qué? Puede ser, ¿por qué no? Si mandás comida al espacio la tenés que envolver bien.
- No sé, no ando mandando viandas por ahí.
- Es un decir. Los rusos sí mandan. Lástima que si caen en el mar no lo va a aprovechar nadie...


Se vienen tiempos difíciles...