viernes, 26 de junio de 2015

Boludervios "Cuando..."

 Arrancamos.
Una buena forma de comenzar una frase destinada a convertirse en boludervio, es el condicional "cuando". Recuerda al famoso "If". O "Si ...(tal cosa) entonces (tal otra)".
No es lo mismo, pero son parientes.
El "cuando" parece relativizar. Es engañoso.
Parece no estar generalizando nada. Estamos sometiendo en apariencia una consecuencia prevista a la existencia previa de una condición. 

¿En cuál de ambos platillos de la balanza se ha puesto el poder del amor y en cuál el amor al poder?
¿El dinero no puede usarse para lograr la paz acaso? ¿Por qué se contrapone el amor con el dinero? 
Si la balanza se inclina al revés, y hay más amor que dinero, ¿hay más paz? 
¿En serio? 
No me digas...
O sea, que cuanto más pobres seamos, ¿más fácil es obtener la paz en el mundo?
Y entonces ¿por qué se extiende la guerra de baja intensidad por todo el planeta? Si hay más pobres que aman que ricos con dinero, si hay más gente que ejerce el poder del amor que el amor al poder.
¿Por qué "Cáritas" (puro corazón y amor) hace campañas de donaciones nacionales?¿Por qué las ONG (fundadas en base a puro corazón y amor) piden subsidios para resolver cuestiones que hacen a la paz de un sector de la sociedad?
 Algo chirría y no sé lo que es. Si mezclamos dos cosas tan disímiles como tornillos con huevos, puede que al masticar la torta, algún diente salga roto, no?

 Notable. Suele pegarle fuerte a la gente que vive alguna situación extremadamente triste, como el fallecimiento de un ser querido.
En realidad, en estos casos límites, el aparato síquico no responde siempre igual. Puede ocurrir que unos lloren a mares hasta hacer su duelo y otros recién lo hayan logrado cuando consigan llorar; y eso mucho tiempo después de acaecido el hecho infausto. Depende mucho del modo en que uno aprendió a manifestar sus emociones, a expresar lo que es realmente importante. Hay personas que pueden no derramar lágrimas y sufrir mucho, otras que son más expresivas y no pueden parar de llorar, otras que se enojan y la irritación parece volverlas impermeable, pero la procesión va por dentro.
Y, dicen los que saben, que también existen quienes jamás derramarán lágrimas cuando cuenten su historia porque son enfermos. Psicópatas, sociópatas, personas que no sienten culpa ni empatía con los que sufren. Me imagino Robledo Puch, o cualquier otro asesino serial, diagnosticado como enfermo mental en base a estas caracteríticas de personalidad,  considerándose a sí mismos curados simplemente porque puede contar como mataban sin derramar lágrimas.
Este cartelito es una generalización  verificable sólo en algunas personas y que, sacado de contexto, puede producir extraños resultados. como todo lo que se saca de contexto.

 El poco decir, que en tal alta estima se tiene, puede conducir a graves errores.
a tal punto que algunos de esos mismos boludervios están dedicados a advertirnos lo que pasa cuando se abusa de ellos:







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