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Una idea boluda se puede convertir en boludervio, con un poco de tiempo y otro de repetición suficiente. |
¿Qué sería un
boludervio?
Un proverbio más boludo de lo necesario, una
tontería con forma de sentencia, una pavada disfrazada de consejo, un sinsentido bien dicho que hace chirriar
los engranajes del pensamiento a quién lo escucha o lee.
En general, son bienintencionados,
como las golosinas o las chucherías, están hechas para deleitar, adornar,
acompañar un cafecito. Sin embargo, su
ingesta desmesurada y su acumulación sin control puede originar malestar espirituales
más o menos grave y permanente.
Un proverbio, para ser
precisos, sería:
“Frase
de origen popular repetida tradicionalmente de forma invariable, en la cual se
expresa un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza.”
(Aparece recuadrada en Google, en primer lugar, al poner la palabra, sin remitir a ninguna otra fuente. ¿Supone esto que es una definición del propio buscador?)
(Aparece recuadrada en Google, en primer lugar, al poner la palabra, sin remitir a ninguna otra fuente. ¿Supone esto que es una definición del propio buscador?)
Otra definición.de : “… con
origen en el término latino proverbĭum, es
una clase de expresión que transmite una sentencia y que busca
promover la reflexión.
(…) suele asociarse a una expresión culta y de una cierta complejidad. El
refrán, en cambio, tiene un matiz más popular y una difusión más amplia. Otra
diferencia es que los refranes apelan al humor,
mientras que los proverbios son más formales. (…) en definitiva, pretende realizar una enseñanza
o que contiene un imperativo moral. Es habitual que se agrupen
de acuerdo a su origen: proverbios chinos, proverbios
japoneses, proverbios españoles, etc.
Por lo general, tienen un significado literal y otro
que se sugiere. La enseñanza, en este sentido, se encuentra en el significado
que puede deducirse a partir de la información
literal. En algunos casos, la literalidad carece de sentido.”
http://www.definicionabc.com/comunicacion/proverbio.php : “Proverbio
o refrán son términos utilizados normalmente como sinónimos. Se refieren a
ideas u opiniones para describir de manera breve alguna circunstancia de la
vida. Tienen un origen popular y pertenecen a la tradición oral de una cultura,
forman parte de la personalidad de cada pueblo. Cada idioma tiene sus
expresiones propias, su manera de entender la vida; ese conocimiento se
denomina refranero.
En la literatura universal se utiliza cuando los personajes de una obra tienen un origen humilde y una cultura poco refinada. Por este motivo, no abundan en la historia de la literatura, aunque sí en el caso específico de la cultura tradicional, ya sea en la novela, el teatro o cualquier otro género.
Sería imposible poner una fecha y concretar el origen de los proverbios y refranes propios de cada lengua. En realidad son totalmente anónimos. Su uso pertenece a la tradición popular que va pasando de generación en generación. La transmisión verbal del refranero pertenece a una época ( la mayoría son propios de la Edad Media ) en la que el hombre corriente era analfabeto. Esto no significa que su valor desaparezca; resultan útiles, graciosos y expresivos en la vida cotidiana. Además, forman parte de nuestro pasado y costumbres más ancestrales.”
En la literatura universal se utiliza cuando los personajes de una obra tienen un origen humilde y una cultura poco refinada. Por este motivo, no abundan en la historia de la literatura, aunque sí en el caso específico de la cultura tradicional, ya sea en la novela, el teatro o cualquier otro género.
Sería imposible poner una fecha y concretar el origen de los proverbios y refranes propios de cada lengua. En realidad son totalmente anónimos. Su uso pertenece a la tradición popular que va pasando de generación en generación. La transmisión verbal del refranero pertenece a una época ( la mayoría son propios de la Edad Media ) en la que el hombre corriente era analfabeto. Esto no significa que su valor desaparezca; resultan útiles, graciosos y expresivos en la vida cotidiana. Además, forman parte de nuestro pasado y costumbres más ancestrales.”
Este último artículo de ABC contiene un ejemplo
de boludez al cubo, que no es un boludervio porque está escrito de modo poco
simpático, pero que bien podría convertirse en uno, con un poco de trabajo “literario”:
“En la
literatura universal se utiliza cuando
los personajes de una obra tienen un origen
humilde y una cultura poco refinada. Por este
motivo, no abundan en la
historia de la literatura,
aunque sí en el caso específico de la
cultura tradicional, ya sea en la novela, el teatro o cualquier
otro género.”
Lo que ‘no abunda en la historia de la literatura’, sí lo hace ‘en la novela, el teatro o cualquier otro género’. ¿LO QUÉ?
Lo que ‘no abunda en la historia de la literatura’, sí lo hace ‘en la novela, el teatro o cualquier otro género’. ¿LO QUÉ?
En la madre de toda la novelería de habla
española, el Quijote, Cervantes exhibe gran profusión de refranes. Siguiendo el
criterio del autor del artículo de ABC, el Quijote no sería parte de la historia
de la literatura, aunque sí de la ‘cultura tradicional’.
Y para no quedarnos únicamente golpeando al
pobre ABC, justo es decir que los ejemplos dados por las otras dos fuentes de
definición no son mejores. La cortísima definición de Google, ilustra con éste:
"un proverbio antiguo dice que la corrección de las personas
se conoce en la mesa y en el juego"
O sea, los buenos modales y no hacer trampa en
el juego ( o hacerla y pasar desapercibido), serían suficientes para saber si
una persona es “correcta”. De donde se desprende que Domingo Cavallo,
Mirtha Legrand, José Alfredo Martinez de Hoz y Jorge Rafael Videla son personas
“correctísimas”.
Llegamos a un primer criterio de detección:
Un
boludervio puede ser, además de
incoherente, peligroso para la salud de las personas.
La página
llamada definición.de , donde pueden hallarse cientos o miles de
definiciones diversas, refiere:
“Un ejemplo de proverbio es el siguiente:
“La paciencia es un árbol que tiene raíz
amarga, aunque da frutos muy dulces”.
"Este proverbio señala que ser
paciente puede resultar difícil, pero es algo que termina dando
su recompensa
en el futuro. Por
lo tanto, vale la pena tener paciencia y aguardar el premio posterior.”
Pongamos por caso que esta linda frasecita es
leída por una pobre y santa mujer que está sufriendo los golpes de su esposo o novio, en varios
muros de facebook o en carteles en la calle (el efecto es similar). ¿Qué duda
puede quedarle acerca de su ‘capacidad todopoderosa’ para cambiar al marido
violento a base de ‘santa paciencia’?
Nadie duda que la paciencia es una actitud que
en ciertas ocasiones resulta
necesaria. No discutimos su valor para determinados
logros. En la pesca, por ejemplo suele ser muy útil.
¿Entonces?
Llegamos a un segundo criterio de detección:
Un
boludervio generaliza situaciones
particulares no generalizables, las disfraza, las esconde tras una aparente
inocencia poética y las transforma en
reglas morales de difícil cumplimiento en todos los casos que pretende abarcar.
En este caso no sólo se generalizan situaciones sacándolas
de contexto, sino que además se las califica: la paciencia es amarga (¿por?¿siempre?)
pero los frutos son dulces (¿no me
digas?¿siempre?).
Tercer criterio de detección:
Cuando
empieza a funcionar el no pensar lo que se está diciendo, arranca su carrera meteórica hacia la fama el
boludervio.
A poco que nos detengamos a releer lo que
reproducimos en las redes sociales sin pensar, encontramos boludervios burbujeantes
a montones.Cartelitos con o sin ilustraciones, con fondos
de colores y tipografías atractivas en los que alguna imagen, algún doblesentido, concuerda con lo que una persona sufre o
siente en el momento de leerlo. Entonces lo adopta como propio y lo reproduce, lo ‘comparte’.
Luego otro siente que resuena en su interior y lo vuelve a ‘compartir’, y así
se reitera acríticamente hasta el infinito, terminando por ser ‘viral’. Una
gripe del sentido común que parece hacerse crónica.
Un cuarto criterio de detección es que no
suelen ser piezas del museo verbal de la humanidad, de los diferentes
refraneros existentes; no representan muestras arqueológicas del pensar de
nuestros antepasados, de interés para la investigación histórica o filológica.
Los
boludervios son actuales, muchos de ellos creados por
tipos que se llenan de plata con esta actividad (Cohelo, Osho, Bucay, por
ejemplo).
Otros, son fruto de la inspiración anónima y gratuita.
Y los hay cultos: extrapolaciones textuales (en el sentido de sacar una frase de
contexto, tanto como en el de utilizar criterios particulares a casos similares
para extraer conclusiones) de autores famosos, científicos o filósofos, que se
autovalidan por principio de autoridad.
¿Por
qué se usan?
Porque sí, porque suenan lindo, como la letra
de algunas canciones que no dicen nada, pero son pegadizas. Porque caen justo
cuando me faltan palabras para expresarme.
Porque ese día no tenía ganas de
pensar.
Porque tenemos ese sentido musical de la
palabra que es como una luz brillante: además de iluminar, atrae bichos.
¿Por
qué criticarlos, develarlos,
ponerlos en la mesa de autopsias?
Porque a veces no son inocentes.
Porque suelen resultar el modo más eficaz de colar ideas indecentes, calamitosas,
obcenas, inaceptables, sin fundamento y hacer que se repitan sin pensar.
Porque es buenoejercer la crítica para no
anquilosarnos.
Porque pensar en lo que decimos-sin-pensar es
una manera, como otras, de crecer.
Destripar el idioma adquiere un sentido
social: es un juego, pero no es sólo
un juego, también es un servicio a la comunidad. Y alcanza con ser un poco atento y tener ganas de entender el
significado oculto detrás de las palabras.
Una
aclaración necesaria
No todo lo que se
reproduce incesantemente adquiere ribetes de boludervio por su simple reiteración. Hay una gran cantidad
de frases que en pocas palabras disparan imágenes e ideas que favorecen el
desarrollo de la inteligencia humana.
Están las que expresan humor por el humor
mismo, que no pretenden ser “pensamiento moral, consejo o enseñanza”. Juegos de
palabras cuya única pretensión es generar risa, alegría, felicidad y que hasta
pueden mover a reflexiones inteligentes. Ese tipo de refranes o
proverbios no son boludervios, son golosinas verbales que, consumidas con
moderación, hacen más dulce la existencia. No se meten como ‘troyanos’ en el
‘disco rígido’ del cerebro para
‘ralentizarlo’. Por el contrario, son como antivirus que limpian la cabeza de
boludeces instaladas y pegoteadas en años de usar el lenguaje sin pensar en lo
que se dice. Bienvenidos esos locos ilocus locus a la vida de los hablantes.
De lo que hablamos cuando hablamos de
boludervios es de otra cosa que iremos deshilvanando en diferentes artículos,
porque dice un boludervio archiconocido que
En internet se debe ser breve
“porque a la gente no le gusta leer”.
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