martes, 7 de abril de 2009

Esa molesta manera de mirar la realidad


Los pintores surrealistas, injustamente así llamados, tienen la virtud de despertar en nosotros aquella parte de nuestra percepción que se encuentra dormida.
Decir que sus representaciones del mundo son oníricas o del submundo de la conciencia, resulta peyorativo. Y somos peyorativos generalmente cuando sentimos miedo de lo que nos enfrenta con su carga de verdad. O no?
Este amigable señor llamado Jacek Yerka, me recuerda ciertos pensadores argentinos, cuya visión de la realidad es peyorativamente tratada por el miedo que generan las imágenes que muestran. Pero esas realidades existen, están allí, detrás de los decorados de baile y cante´. Más atrás de los pibes que asumen ser descartados o triunfar en el canto, según la cantidad de amigos con capacidad para mandar mensajes de texto por celular que puedan conseguir. Detrás de las fantochadas de las empresas de comunicaciones.
Esa realidad que parece tan extraña a nuestro sentir mediático, tiene Ernestinas Innobles que sacan del país la misma cantidad de millones de dólares que hacen falta para montar un programa social durante tres años para varios miles de beneficiarios.
Ernestina Innoble no es la única, tal vez es la más conocida, porque ha elegido ser el nombre y la cara visible del imperio del terror mediático, encargado de recordarnos cada mañana que la vida es peligrosa, mala, poco confiable y que sólo es seguro sentarnos frente a la tele a ver los cantes y bailes. Esa realidad, que es verdaderamente surrealista, despreciable y cargada de prejuicios y olvidos, pretende convertirse en la "única verdad".
En todo caso, el día que las cosas se pongan peor, sacarán de la galera a un señor o señora que dirá que somos tontos por creernos eso.
En esa surreal realidad la culpa siempre es de las víctimas, a menos que la víctima viva en un barrio de ricos. Los pobres jamás serán víctimas de Ernestina Innoble exportadora de plata de los argentinos, pues ya han cometido el pecado inicial de elegir ser pobres. Y eso los condena para siempre, a menos que resuelvan ser dóciles y acepten las reglas de la nueva esclavitud. Entonces, son pobres ejemplares y se podrán mostrar cada tanto a los demás para ver si aprenden...
Vaya a saber por qué pasan las cosas que pasan, no?
Es tan difícil hallar las causas de lo que nos pasa...
Por eso necesitamos que Ernestina nos lo explique cada día.
Las versiones distintas son surrealistas, aunque a uno le resulten tan familiares como los propios sueños.
Tan hermosas y multifacéticas versiones de la realidad, como ls que muestra Jacek Yerka en sus pinturas.

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